El día 27 de noviembre, el CEI, International Affairs, en colaboración con la Obra Social de la Fundación La Caixa, organizó un espacio de reflexión sobre la construcción de políticas públicas con perspectiva de género en la era de la inteligencia artificial en el Palau Macaya de Barcelona.
El encuentro «Inteligencia Artificial, Políticas Públicas y Sesgos de Género» contó con tres especialistas de áreas disciplinarias diferentes:
Aina Gallego, investigadora asociada sénior en IBEI y profesora agregada de la Universitat de Barcelona, abrió la conferencia contextualizando de forma clara las ventajas y los desafíos de la irrupción de la IA en la toma de decisiones y en las políticas públicas. En particular, Gallego se centró en los nuevos escenarios y riesgos derivados de la IA generativa en lo que respecta a la titularidad de los sistemas de IA y la gestión de la privacidad.
Thais Ruiz de Alda puso como ejemplo el uso de los metadatos en la industria musical, utilizando el proyecto Music Gender Metadata. Los metadatos reflejan información relacionada con la identificación de obras musicales, como títulos, nombres de creadores, fechas, etc. Actualmente, la inclusión de atributos personales como el género no es obligatoria en las arquitecturas de estos metadatos y, por lo tanto, no se adopta en la industria. Por este motivo, es importante —y en esto está trabajando De Alda— un desarrollo técnico que incluya un marco de metadatos de género.
Finalmente, Lidia Arroyo Prieto, profesora del Departamento de Psicología Social de la Universitat Autònoma de Barcelona e investigadora del grupo Género y TIC del Internet Interdisciplinary Institute de la UOC, cerró esta primera parte del debate alertando, una vez más, sobre las implicaciones de la inteligencia artificial desde la perspectiva feminista en las políticas públicas. De hecho, se remarcó un punto clave compartido por las ponentes de la mesa: para cualquier resultado producido por la IA generativa debería requerirse una revisión y supervisión humanas.
El encuentro terminó con una sesión de preguntas y respuestas entre los asistentes que volvió a incidir en la necesidad de definir los principios éticos y de regular públicamente los mecanismos fundamentales de la IA generativa para un buen uso de esta tecnología.