El 16 de octubre de 2018, el Excmo. Sr. Nasser Kamel, Secretario General de la Unión por el Mediterráneo, visitó el Centro de Estudios Internacionales en un coloquio sobre los nuevos retos económicos a los que se enfrentan los países del sur del Mediterráneo con motivo del décimo aniversario del lanzamiento de la organización intergubernamental.
Ésta se fundó a partir del Proceso de Barcelona de 1995 en el que los entonces 15 países de la Unión firmaron un acuerdo con los otros 15 países ribereños del mediterráneo con el fin de promover un área de estabilidad y seguridad, además de fortalecer la cooperación económica y el desarrollo social.
A lo largo de esta década, la Unión por el Mediterráneo ha conseguido sobrevivir a la crisis económica y la subsiguiente recesión, mérito que el actual Secretario General atribuye a sus predecesores. De ellos destaca también su capacidad de definir la dirección de la plataforma y de poder llevar a cabo los más de 50 proyectos que se han desarrollado de momento bajo el paraguas de la organización con el fin de fomentar el diálogo, la cooperación y la implementación de proyectos que refuercen sobre todo la integración de los jóvenes y las mujeres.
El embajador Kamel empezó su disertación destacando varios datos económicos:
De acuerdo con esto, el Secretario General destacó el papel que juega la Unión por el Mediterráneo como plataforma para movilizar fondos con el objetivo de trabajar en proyectos que ayuden a cohesionar la región y a la vez hacerla más segura. Y remarcó la necesidad de no confundir esa tasa de desempleo con los recientes movimientos migratorios, pues los países del Sur del Mediterráneo no son más que una zona de paso y de puente para los miles de personas que llegan desde África Subsahariana.
Sin embargo, este puente puede ser bidireccional y representar una oportunidad para Europa en materia de comercio, dado que África no deja de ser un continente en constante crecimiento, con una clase media en auge con cada vez más necesidades. Una mayor inversión y cooperación en la zona ayudaría a apaciguar el foco de las razones de estos movimientos migratorios, sobre todo las que están relacionadas con el cambio climático o el desempleo. Todo ello supone una ecuación compleja que la Unión por el Mediterráneo está intentando abordar. En este sentido, insistió en que la cuestión de la migración necesita ser planteada como una oportunidad. A lo largo del debate se planteó también si dada la alta tasa de desempleo juvenil, una nueva oleada de “primaveras” árabes era posible, considerando que el crecimiento económico se estaba acercando a los mismos índices de los años previos.
Aunque la situación es diferente (pues la riqueza se está repartiendo más, los dirigentes políticos están más concienciados de la necesidad de que así sea), las alternativas políticas han demostrado ser ineficientes para resolver las demandas que incitaron las protestas de 2011. En cualquier caso, la estabilidad de la región está estrechamente ligada con el crecimiento económico y en este sentido pretende actuar la Unión por el Mediterráneo.
Asimismo, se plantearon las posibilidades de fortalecimiento de las relaciones comerciales entre los países de la región sur, de las que se destacó que aún pueden mejorar mucho, pues actualmente representan poco más del 1%. Las principales potencias de la zona como Egipto y Marruecos tienen vínculos económicos más fuertes con los países del Golfo o los del Oeste de África, respectivamente, que entre ellos. De modo que ese es también un espacio de actuación.
A modo de conclusión, destacó que para hacer frente a los diferentes retos relacionados con la energía, los movimientos migratorios o el desempleo, es necesario reforzar primero las relaciones de comercio y de desarrollo humano, con especial atención hacia los jóvenes y las mujeres, pues a mayor integración menor será el reto de la cohesión. En otras palabras, se intenta trabajar para que el vínculo entre ambas orillas del Mediterráneo sea lo más orgánico posible.
Relatoría elaborada por Belén Guàrner
Alumna de la Preparación de la Oposición a la Carrera Diplomática